sábado, febrero 26, 2005

Pinturitas

Algunas de las pinturas que hice en los últimos meses.

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The Bloomsbury

El loco y la muerteSin titulo

Una sombra ya pronto serásTres amigasEl viejo

Dibujos

Tres dibujos, hechos en diferentes momentos.

"El lado oscuro", inspirado en una foto sacada por mi amigo Andrés. "El patio", fue uno de mis primeros dibujos (bueno, al menos desde que se me dio por dibujar más o menos seguido). "Marti" es un retrato que le regalé para su cumpleaños.

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El lado oscuro El patio Marti

miércoles, febrero 23, 2005

Los insufribles

Cuando era chico, me gustaba mucho la revista Humor, revista que compraban mis padres y que quedaba dando vueltas por la casa, y que yo leía a veces con meses o años de atraso. Claro, yo era un niño y no entendía mucho de política (ahora tampoco), por lo que salteaba los artículos que me resultaban demasiado largos e incomprensibles, pero leía las historietas "Vida interior", "67 bis" y "Bespi" (¿o esa salía en la Humi? ¿o en las dos?). Entre las secciones que más me gustaban estaba "Picadillo Circo" (mucho antes de entender la gracia del nombre), y dentro de esta sección, una que se titulaba "Los insufribles". Ayer, mientras intentaba concentrarme en mi trabajo y sufría en carne propia, se me ocurrió que la dichosa lista de "insufribles" era una forma de descargarse con humor sin pasar por intolerante, que de una cosa a la otra hay un largo trecho.

Sirva el precedente párrafo de introducción.

Los insufribles

- El que toca todas las mañanas los grandes éxitos de Los Beatles, entre ellos, y unas 5 veces por día, "Let it be", en la quena, cicus o instrumento de sonido similar e igualmente insoportable, en las inmediaciones de Florida y Diagonal Norte, torturando a transeuntes y oficinistas a dos cuadras a la redonda.

martes, febrero 22, 2005

Carne podrida

Hoy fuimos a almorzar con mis hermanos Diego, Santi y Carla y la mujer de Diego, Silvia, a un bolichito sobre la calle Esmeralda al 300 llamado "Foodbar".

Yo pedí un pollo al champignon, y el resto de los comensales pidió sendos bifes. La cuestión es que al ratito, todos, con excepción de Diego, que se comió su bife en un santiamén, y yo, que había pedido pollo, comentaron que la carne tenía un gusto extraño. El bife de Carla tenía directamente un olor a gato muerto que se sentía a dos metros. Llamamos a la mesera y la pusimos al tanto de la situación, y les ofreció a Santiago y a Carla (que apenas habían probado sus bifes) cambiarles el plato, propuesta que no aceptaron. Entonces nos ofreció invitarnos el café (que de todos modos estaba incluido en el menú). Después de un buen rato, trajeron los cafés, y se llevaron (astutamente) los platos (y digo astutamente, porque con los platos se llevaron la prueba del delito). Cuando por fin trajeron la cuenta, querían cobrarnos todo, alegando que la carne la compran diariamente, y que la verifican ni bien llega del frigorífico, pero finalmente accedieron a descontarnos los dos bifes podridos... En resumen, si quieren comer bien, eviten este lugar. Ah, y el pollo estaba horrible.

sábado, febrero 19, 2005

Lo de Maya no era joda

En el Página 12 de hoy, en el suplemento "Futuro", publicaron un artículo titulado "el olfato de una abeja" sobre el trabajo que estuvo haciendo mi amigo Mordi por no sé ya cuánto tiempo.



“Las abejas tienen lo que se llama ‘constancia floral’ –explicó Guerrieri–. Esto quiere decir que una vez que la abeja reconoce un tipo de flor determinado como fuente de néctar, siempre buscará flores del mismo tipo, por ejemplo una rosa roja de 5 cm de diámetro. Pero la probabilidad de encontrar varias flores prácticamente iguales son bajas y lo que terminan las abejas de reconocer son rosas; este proceso cognitivo se llama generalización.”

El artículo completo se encuentra aquí.

¡Felicitaciones Mordi! Invitá una cerveza cuando ganes el Nobel :-).

viernes, febrero 18, 2005

Fotos y algo más

Ayer, a la salida del trabajo, me encontré con mi amigo Andrés en el Centro Cultural Borges para ver la muestra de Henri Cartier-Bresson (el fotógrafo más importante del siglo XX, según él, y con él me refiero a Andrés, que no sé cuál sería la opinión que Henri tendría de si mismo).

Después de pasear un rato por otras salas, donde se exhibían fotos antiguas de Buenos Aires (tomadas por Horacio Coppola), fotos de las murgas porteñas, y los hilarantes "seudo-libros" y "seudo-revistas" de un tal San Poggio (flaca, esto es para vos: si tenés un ratito andá a verlos, sé que te van a gustar), entramos a mirar las mencionadas fotos.

(Aquí vienen comentarios sobre las fotos, que no voy a hacer, en parte por ignorancia y en parte por pereza. Vayan a ver la muestra si les interesa, yo, en mi carácter de desconocedor absoluto de la materia, la recomiendo).

Salimos del centro cultural y empezamos a caminar por San Martín, buscando un bar donde compartir una cerveza y charlar un rato. Finalmente nos decidimos por un bar en San Martin y Cordoba.

Cuando entramos, inmediatamente me llamó la atención la cantidad de mujeres solas que había sentadas a las mesas. Una de ellas me sonrió cuando la miré, sonrisa que supuse se debería a mi sex-appeal (gracias Petrucci). Ilusión que no duró mucho.

Nos sentamos en una mesa, y pispeamos un poco alrededor: Mujeres solas, muchas mujeres solas de un lado, cuchicheando entre ellas algunas, y hombres o grupitos de hombres, casi todos turistas, del otro.

Enseguida me levanté para ir al baño, encomendándole a Andrés la tarea de pedir la botella de cerveza más grande que hubiera.

Volví a sentarme, y me recibió con estas palabras: "No me digas nada. De este lado son todos turistas y de aquel son todas..."

"Menos mi vieja y mi hermana", pensé yo por asociación libre, y le recomendé buscar otro lugar, ya que el mozo no nos había atendido todavía, y, al parecer, en ese bar lo importante no es la cerveza.

martes, febrero 15, 2005

Cambia, todo cambia

Esta tarde le hice una "lavadita de cara" al blog (Dios mio, ¡cómo cambió el HTML!). Espero que les guste y déjenme decir como Victor Sueiro: Esto... ¡recién empieza!

lunes, febrero 14, 2005

Todos tenemos agujeros

El sábado, a eso de las nueve, nos despertaron unos golpes sobre la pared del cuarto provenientes del departamento vecino, que estuvo desocupado hasta no hace mucho y que (ahora lo sabemos) está preparando una parejita como nosotros para mudarse. "Mientras no se pasen", dije yo en broma, y nos levantamos a preparar el desayuno, ya que teníamos que hacer algunas cosas (llevar la ropa y el auto a lavar, pagar facturas...) antes de mi clase de dibujo, que es a las diez.

Cuando volví de la casa de Anita (mi profesora), la flaca me recibió con dos palabras: "Se pasaron". Miré hacia la pared del dormitorio, y ahí estaba: en medio de la pared recientemente pintada de verde, una mancha gris de cemento fresco.

Resultó que estaban empotrando un placard, y que no pensaron que la pared entre los dos departamentos fuera tan fina, con lo que el deseo de Marti de tener una ventana en el dormitorio se cumplió, aunque fue sólo por unos minutos.

Los flamantes dueños del departamento vecino habían salido, así que me metí en la ducha, y me quedé hasta oir voces extrañas. Me puse la bata y salí a conocerlos, pedí disculpas por mi atuendo y quedamos en que el fin de semana que viene van a venir a pintar la pared, del mismo verde o de otro, si es que nos decidimos a cambiar el tono antes del fin de semana.

Lo positivo es que Marti estuvo rápida, y aprovechó que vinieron los flacos con el cemento y les pidió que taparan el otro agujero, el que dejó el soporte del televisor que nunca pudimos volver a poner en su lugar.

sábado, febrero 12, 2005

Panoramix II

Panoramix era el druida de Asterix, y panorámicas son estas fotos tomadas en Montevideo, que se suman a la colección de las ya publicadas.

Marti Ataca

Parque Rodo (y otra más)

Ciudad Vieja

El sur

jueves, febrero 10, 2005

Panoramix I

Van las dos primeras fotos panorámicas tomadas en nuestro último viaje a Uruguay.

Colonia del Sacramento

Montevideo

¡Muy pronto habrá más!

martes, febrero 08, 2005

Las cosas que veo

El viernes pasado, aprovechando un franco compensatorio del autor de estas líneas, nos tomamos el buque con destino a Montevideo.

Una vez embarcados, y ante la ausencia de cineastas que pudieran amenizar el viaje (en un viaje anterior participamos en una película francesa y a cambio recibimos el dinero justo para alquilar un scooter por una tarde), nos entretuvimos tomando sol y mate y resolviendo un juego de preguntas y respuestas propuesto por la Muy Interesante.

Llegados a Colonia, hicimos transbordo con el omnibus que nos llevaría a Montevideo, y una vez en la terminal de Tres Cruces, volvimos a hacer transbordo para ir al hotel, si es que se puede llamar "transbordo" a bajar de un omnibus y subir al mismo a los 5 minutos (menos gracioso resultó para la gente que retiró su equipaje y tuvo que volver a guardarlo en la bodega).

La habitación del hotel resultó muy confortable y luminosa, y la vista del río por la ventana espectacular. Descansamos un rato y partimos hacia Palermo a ver el desfile de llamadas (que merece un post aparte).

El sábado nos levantamos temprano, y después de un opíparo desayuno salimos a caminar por la rambla, recorriendo, con una paradita en Playa Ramirez para aprovechar un poco el sol, los 7 kilómetros que nos separaban de la ciudad vieja (los kilómetros están marcados para los corredores, y la Intendencia de Montevideo provee profesores de gimnasia para los interesados). Paseamos un rato por el centro, entramos al Museo Torres García, almorzamos en un barcito del Mercado del Puerto, y emprendimos el regreso al hotel en omnibus, porque las piernas pedian un descanso. El carnaval se respiraba por doquier, y en el omnibus escuchamos una bellísima versión de "la llamada" interpretada por Joan Manuel Serrat.

Cuando nos levantamos de la siesta, fuimos por una merienda que terminó transformándose en cena de chivito canadiense en la zona de Pocitos. Entre papas fritas, el propio chivito y verduras varias, la bandeja era así: de grande. Con la panza llena y el corazón contento, caminamos por la rambla hasta el hotel.

El domingo lo aprovechamos para disfrutar de la playa y el río, hacer unas compritas en el Parque Rodo, sacar fotos y respirar el aire de esta ciudad a la que nunca decimos "adios", y siempre "hasta luego".

Ver fotos

Fotos panorámicas: Muy pronto!

Ayer, chusmeando las estadísticas del blog, me enteré de que "El gordo y la flaca" es un programa de chimentos emitido por Univision, un canal de Miami (?). Está bien que el nombre no es un derroche de originalidad, pero no deja de ser gracioso...